Acampar sin saber algo de geografía, cocinar sin saber de nutrición y química básica, hablar sin saber escuchar, filosofar fuera de contexto, hacer política sin conocer las leyes, pintar personas sin saber cómo se construye un personaje...
¿Qué tienen estas cosas en común? Que son todas imposibles. O al menos se hace imposible realizar cualquiera de estas actividades sin tropezar: sin quedarte con una sensación de que le debes algo a la verdad y a la coherencia, de que te debes algo a ti mismo. ¿Qué hace de una obra de arte algo creíble? El manejo de las técnicas, el impacto, la novedad, el equilibrio, el ritmo, el contraste, la diferencia, la composición, el carácter, la intención, los detalles... pero sobre todo la cohesión entre todos estos elementos y la relación que ello tiene con lo que en nuestro cerebro captamos como algo coherente (no importa si se trata de una historia real o ficticia, de arte figurativo o abstracto). La idea es que algo dentro de nosotros se identifique con el objeto artístico.
Para lograr esta coherencia e identificación es necesario que el creador esté al tanto de cómo se construye nuestro mundo y cómo funcionamos los humanos dentro de él, y la mejor manera de hacerlo es investigando y estudiando tanto como sea posible. ¿Acerca de qué? Acerca de todo. La idea es mirar en todo momento en todas las direcciones posibles.
Por ejemplo: ¿Qué necesitarías si quisieras escribir una historia acerca de un vendedor de joyas africano que se ve envuelto en una investigación policial en un país en guerra? Investigar (o definir, si se trata de ficción pura) acerca del periodo de tiempo y la zona en que se desenvuelve la historia; su contexto social, político y económico, la forma en que las investigaciones policiales se llevan a cabo en ese contexto, las implicaciones que tiene un personaje africano en ese mundo -sobre todo en tiempos de guerra-, el carácter y costumbres, y cómo reaccionaría el personaje dada su propia personalidad y su historia tanto en su país de origen como en este nuevo contexto; necesitarías definir la trama de la historia personal del personaje principal, así como la trama de la investigación, sin dejar fuera las tramas secundarias y las historias de los demás personajes involucrados. También deberías definir los puntos en que la trama cambia, acelera o se estabiliza, los cuestionamientos morales y éticos de cada personaje ante cada situación, qué lo mueve a tomar las decisiones que toma e incluso qué haría si las condiciones fueran otras, etc.
Para el caso específico de la creación de personajes de ficción -tanto si escriben como si dibujan- les recomiendo ampliamente seguir de cerca la columna semanal "Writers don't cry", de Susan J Morris. Esta columna se publica de manera regular en el blog de libros Omnivoracious, (de Amazon books) y puede ser consultada de manera directa con todo su bonche de artículos en una sección dedicada en la página principal de Susan, Serious Pixie.
Les dejo un abrazo y un pequeño avance de las líneas para el templo chino del trabajo digital que ocupa mis noches últimamente.
miércoles, 29 de agosto de 2012
sábado, 25 de agosto de 2012
¡El lienzo no cabe en el taller!, o Tunéame la compu
¿Qué pasa cuando no puedes meter un lienzo nuevo a tu estudio? Fácil: agrandas el estudio. Mudarte temporalmente de taller queda descartado porque... ¡pues porque no!, porque eres un artista, porque no estarías en tu espacio y el estrés de pensar en que la experiencia pueda repetirse en otra ocasión posterior te haría darte de topes en la pared. Por eso y porque no es tan fácil mudarse de estudio cuando recién inicias.
Bien, la cuestión viene a esto: mi archivito extensión RIFF (Corel Painter) de 50 x 50 cm a 300 puntos por pulgada iba tan bien... hasta que me di cuenta de que necesitaba un lienzo más grande porque el proyecto estaba flojo sin un fondo y le hacían falta otros elementos. ¿Qué tal unos 120 x 85 cm, a la misma resolución? Ni modo que le bajes la calidad a la imagen a medio proyecto y sacrifiques un chorro de pixeles y detalle así nomás a lo guaje, pos no. Ok, entonces te vas al menú Canvas>Redimension canvas, le das las dimensiones nuevas y ¡Voilá!
¿Voilá? ...en este caso particular y por si no sabes francés, Voilá significa literalmente "No se puede trabajar con tu cochino archivo, no tienes suficiente espacio, se te acabó la RAM, la capacidad de acceso a archivos grandes con un programa que de por sí ocupa muchos recursos del sistema en tu laptop-abuelita-del-año-del-caldo apeeestaaa, o sea Hello! that's out-of-the-question! ¿Qué no estás viendo que a duras penas puedes tener abiertos el explorador de archivos de Windows y el Painter al mismo tiempo?"
[Coraje marca diablo; te contienes para no aventar la compu contra la pared. Das vueltas en tu silla favorita hasta hacer un hoyo, prometes no volver a quejarte porque el perro tiene un hoyo en su sillón favorito... y de pronto se te prende el foco: a falta de presupuesto para comprar otra compu de ultimísimma generación, decides averiguar si se le puede aumentar un poco la memoria RAM a la que ya tienes -no sin antes morderte las uñas y hacer chonguitos, pues recuerdas que antes de comprarla ya le habían aumentado la memoria original en una ocasión-]
Menú inicio>click derecho en "Mi PC">propiedades (claro, utilizo el exquisito Windows XP -¿qué parte de laptop-abuelita-del-año-del-caldo no quedó clara?... es un modelo 2005 y ya saben, dicen por ahí que eso en años computadora serían como 85 años).
Resultados: Procesador Intel Pentium M a 1.50 Ghz con 512MB en RAM y 60GB en disco duro. ¡¡¡512 Megas... Pfff!!! (y utilizo Painter X)
¡Oh todopoderoso Google, dame las respuestas a mis pesares! Los dedos vuelan sobre el teclado, un par de clicks y ahora sí, ¡Voilá!: Hay algunas páginas que escanean de manera gratuita tu máquina para averiguar el estado actual y recomendarte las mejoras de memoria posibles y deseables para tu modelo de computadora. Si conoces bien el modelo de tu máquina, te permiten hacer una tradicional búsqueda a mano. Les comparto el enlace a una de ellas (ya investigué: es segura y confiable): www.crucial.com
Resultado: mi sistema permite un máximo de 2GB en RAM, dividida en dos módulos de 1GB (eso es el cuádruple de lo que tenía instalado). La página en cuestión te indica las especificaciones de las memorias que son compatibles, e incluso tiene videos en los que puedes aprender a cambiar la RAM tú mismo (cosa de niños, fuera de guasa).
Afortunadamente la mayoría de las ciudades tienen una Plaza de la Computación... basta recorrer unos cuantos pasillos hasta encontrar las memorias correctas y listo. En mi caso: 2 x DDR2 SDRAM @800Mhz de 1GB = $660 pesos mexicanos (artículo nuevo y con garantía).
De regreso en casa, la instalación fue todo un éxito y el problema quedó resuelto en aproximadamente 10 minutos. Ahora mi archivo tiene el tamaño que necesito y puedo trabajar con él bastante bien. La máquina sigue siendo lenta para algunas cosas cuando trabajo en Painter, pero puedo trabajar con cierta comodidad y tener abiertos al mismo tiempo Painter, PhotoPaint, Firefox, un par de PDFs y el explorador de Windows sin problema alguno. Se pinta bien, se borra bien, se hace y se deshace a voluntad. No he probado con acuarelas ni pinceles muy especializados, pero con lo que yo uso no he tenido problemas visibles de rendimiento. Puedo mover el lienzo con mucha más facilidad y casi sin retrasos (lags) a pesar de que estoy utilizando un archivo mayor. Nada de bloqueos de sistema ni mensajes de error hasta el momento. La cosa va un poco lenta al momento de copiar, pegar, mover, agrupar o colapsar capas (tiempo suficiente para beber un traguito de agua o ir a desecharla), y el tiempo que tarda en guardar el archivo actual es de unos increíbles y larguísimos 5 minutos y medio. De no poder abrir el archivo a esperar 5 minutillos cada vez que guardo mi avance, créanme que me hace sentir en la gloria.
Algún día compraré una Mac...
Por ahora, les dejo algunas líneas de boceto para el resto de la pintura:
Bien, la cuestión viene a esto: mi archivito extensión RIFF (Corel Painter) de 50 x 50 cm a 300 puntos por pulgada iba tan bien... hasta que me di cuenta de que necesitaba un lienzo más grande porque el proyecto estaba flojo sin un fondo y le hacían falta otros elementos. ¿Qué tal unos 120 x 85 cm, a la misma resolución? Ni modo que le bajes la calidad a la imagen a medio proyecto y sacrifiques un chorro de pixeles y detalle así nomás a lo guaje, pos no. Ok, entonces te vas al menú Canvas>Redimension canvas, le das las dimensiones nuevas y ¡Voilá!
¿Voilá? ...en este caso particular y por si no sabes francés, Voilá significa literalmente "No se puede trabajar con tu cochino archivo, no tienes suficiente espacio, se te acabó la RAM, la capacidad de acceso a archivos grandes con un programa que de por sí ocupa muchos recursos del sistema en tu laptop-abuelita-del-año-del-caldo apeeestaaa, o sea Hello! that's out-of-the-question! ¿Qué no estás viendo que a duras penas puedes tener abiertos el explorador de archivos de Windows y el Painter al mismo tiempo?"
[Coraje marca diablo; te contienes para no aventar la compu contra la pared. Das vueltas en tu silla favorita hasta hacer un hoyo, prometes no volver a quejarte porque el perro tiene un hoyo en su sillón favorito... y de pronto se te prende el foco: a falta de presupuesto para comprar otra compu de ultimísimma generación, decides averiguar si se le puede aumentar un poco la memoria RAM a la que ya tienes -no sin antes morderte las uñas y hacer chonguitos, pues recuerdas que antes de comprarla ya le habían aumentado la memoria original en una ocasión-]
Menú inicio>click derecho en "Mi PC">propiedades (claro, utilizo el exquisito Windows XP -¿qué parte de laptop-abuelita-del-año-del-caldo no quedó clara?... es un modelo 2005 y ya saben, dicen por ahí que eso en años computadora serían como 85 años).
Resultados: Procesador Intel Pentium M a 1.50 Ghz con 512MB en RAM y 60GB en disco duro. ¡¡¡512 Megas... Pfff!!! (y utilizo Painter X)
¡Oh todopoderoso Google, dame las respuestas a mis pesares! Los dedos vuelan sobre el teclado, un par de clicks y ahora sí, ¡Voilá!: Hay algunas páginas que escanean de manera gratuita tu máquina para averiguar el estado actual y recomendarte las mejoras de memoria posibles y deseables para tu modelo de computadora. Si conoces bien el modelo de tu máquina, te permiten hacer una tradicional búsqueda a mano. Les comparto el enlace a una de ellas (ya investigué: es segura y confiable): www.crucial.com
Resultado: mi sistema permite un máximo de 2GB en RAM, dividida en dos módulos de 1GB (eso es el cuádruple de lo que tenía instalado). La página en cuestión te indica las especificaciones de las memorias que son compatibles, e incluso tiene videos en los que puedes aprender a cambiar la RAM tú mismo (cosa de niños, fuera de guasa).
Afortunadamente la mayoría de las ciudades tienen una Plaza de la Computación... basta recorrer unos cuantos pasillos hasta encontrar las memorias correctas y listo. En mi caso: 2 x DDR2 SDRAM @800Mhz de 1GB = $660 pesos mexicanos (artículo nuevo y con garantía).
De regreso en casa, la instalación fue todo un éxito y el problema quedó resuelto en aproximadamente 10 minutos. Ahora mi archivo tiene el tamaño que necesito y puedo trabajar con él bastante bien. La máquina sigue siendo lenta para algunas cosas cuando trabajo en Painter, pero puedo trabajar con cierta comodidad y tener abiertos al mismo tiempo Painter, PhotoPaint, Firefox, un par de PDFs y el explorador de Windows sin problema alguno. Se pinta bien, se borra bien, se hace y se deshace a voluntad. No he probado con acuarelas ni pinceles muy especializados, pero con lo que yo uso no he tenido problemas visibles de rendimiento. Puedo mover el lienzo con mucha más facilidad y casi sin retrasos (lags) a pesar de que estoy utilizando un archivo mayor. Nada de bloqueos de sistema ni mensajes de error hasta el momento. La cosa va un poco lenta al momento de copiar, pegar, mover, agrupar o colapsar capas (tiempo suficiente para beber un traguito de agua o ir a desecharla), y el tiempo que tarda en guardar el archivo actual es de unos increíbles y larguísimos 5 minutos y medio. De no poder abrir el archivo a esperar 5 minutillos cada vez que guardo mi avance, créanme que me hace sentir en la gloria.
Algún día compraré una Mac...
Por ahora, les dejo algunas líneas de boceto para el resto de la pintura:
viernes, 24 de agosto de 2012
Té-Chai Tai-Chi: Concepto
Definiendo el tema.
"Té-Chai Tai-Chi" comenzó hace un par de semanas como un concepto figurativo sin un contexto espacial definido (la figura humana, la posición y las acciones estaban definidas, aunque no el fondo ni la composición). Se trata básicamente de un hombre en perfecto equilibrio, practicando el antiquísimo arte marcial del Tai-Chi mientras sirve una taza de té. La pose es parte de un cuadro llamado "látigo simple", y es un fusil descarado de una fotografía clásica de los años 20's en la que aparece un maestro de la disciplina: Yang Ch'eng-fu.
El concepto original -una posición tradicional de Tai-Chi- se mezcló con otro elemento: el Té-Chai. Por cierto, como breviario cultural, "chai" quiere decir té en varios idiomas (los humanos vivimos de pleonasmos y de señalar lo obvio). La mente humana trabaja tan rápido que en ocasiones las ideas parecen brotar en un chasquido de dedos y sin aparente lógica. No obstante, y en acorde sincronía con la fabulosa idea de que "todo es un remix" (échenle un ojo a los maravillosos videos de Kirby Ferguson en Vimeo: Parte 1, Parte 2, Parte 3, Parte 4), las 3 razones básicas que he encontrado para la mezcla específica de esta obra son:
*Me confieso adicto, entre otras cosas menos nobles, a los juegos de palabras, al retorcimiento de conceptos y frases de uso común, a la inquisición de las normas y los cánones, y a la publicación semi-automática en Twitter de lo que me cosquillea en la mente.
Años de Filosofía, ficción e influencias varias. Lo sé: para ser alguien que aparentemente se comunica con monosílabos y miradas, echo mucho rollo. En el post anterior mostré la composición general que seguiré para esta obra.
Como dije hace algunos párrafos, al principio no había una imagen de fondo definida: sólo la figura humana y el concepto. Con ello en mente y el ansia de hacer bailar el pincel sobre el lienzo (o mejor dicho la pluma sobre la tableta), me salté un paso importantísimo: la composición básica de la obra.
Emocionado, abrí un nuevo archivo en Corel Painter, limitando el espacio de trabajo a un lienzo cuadrado de 50 x 50 cm, con una resolución de 300 puntos por pulgada (estándar para la impresión gráfica y artística, ya que quiero hacer impresiones a tamaño real de esta obra). El personaje ocupó tal vez unos 45 x 45 cm, lo cual no está mal si se queda como concepto, o si se le pone algún fondo abstracto, pero en este caso quise agregarle algunos elementos para que no pareciera una simple ampliación de una ilustración para folleto de cafetería (¿acaso existe la palabra tetería?). Además, mi cliente (el modelo), sugirió la idea de agregarle un par de leones guardianes (Rui-Shi) custodiando un templo, que además representarán a sus mascotas (ya quiero ver cómo quedará la cruza entre tiernos leones guardianes chinos y feroces carlinos de brazos).
Cámara, ¡Acción!
A continuación pongo algunas imágenes del personaje, con el avance logrado hasta este momento y sin ocuparme mucho de la composición final, el fondo y los elementos extras. He seguido un ingenioso proceso de representación por capas muy al estilo del modelado y "rendereado" en 3D (líneas, color, oclusión, iluminación principal, iluminación secundaria, reflejos, texturas, detalles y ajustes finales), autoría del maravilloso ilustrador y profesor Sam Nielson
Hasta este punto en que me felicité por el avance del personaje principal (líneas, colores, oclusión e iluminación principal) fue cuando caí en la cuenta de que hacía falta un fondo que complementara el cuadro.
Próximo post: ¡El lienzo no cabe en el taller!
"Té-Chai Tai-Chi" comenzó hace un par de semanas como un concepto figurativo sin un contexto espacial definido (la figura humana, la posición y las acciones estaban definidas, aunque no el fondo ni la composición). Se trata básicamente de un hombre en perfecto equilibrio, practicando el antiquísimo arte marcial del Tai-Chi mientras sirve una taza de té. La pose es parte de un cuadro llamado "látigo simple", y es un fusil descarado de una fotografía clásica de los años 20's en la que aparece un maestro de la disciplina: Yang Ch'eng-fu.
El concepto original -una posición tradicional de Tai-Chi- se mezcló con otro elemento: el Té-Chai. Por cierto, como breviario cultural, "chai" quiere decir té en varios idiomas (los humanos vivimos de pleonasmos y de señalar lo obvio). La mente humana trabaja tan rápido que en ocasiones las ideas parecen brotar en un chasquido de dedos y sin aparente lógica. No obstante, y en acorde sincronía con la fabulosa idea de que "todo es un remix" (échenle un ojo a los maravillosos videos de Kirby Ferguson en Vimeo: Parte 1, Parte 2, Parte 3, Parte 4), las 3 razones básicas que he encontrado para la mezcla específica de esta obra son:
- La mera alegría de las cacofonías Tai/Té y Chi/Chai*
- La relación territorial del origen de ambos conceptos: China, y la relación que en mi cabeza guarda lo oriental con el modelo (Alberto Santos es un experto en calmar a esta bestia y devolverlo a la cordura, y además incluye entre sus monerías un gusto exquisito por la belleza de Oriente)
- Que los 2 elementos básicos (el Tai-Chi y el Té) simbolizan un acercamiento a la paz, a la relajación y a la armonía; cosa que tras un par de visitas al hospital con media peluca entre los dedos, el energúmeno que escribe estas líneas procura constantemente para evitar derramamientos innecesarios de bilis y otras sustancias que deberían quedarse dentro del cuerpo.
*Me confieso adicto, entre otras cosas menos nobles, a los juegos de palabras, al retorcimiento de conceptos y frases de uso común, a la inquisición de las normas y los cánones, y a la publicación semi-automática en Twitter de lo que me cosquillea en la mente.
Años de Filosofía, ficción e influencias varias. Lo sé: para ser alguien que aparentemente se comunica con monosílabos y miradas, echo mucho rollo. En el post anterior mostré la composición general que seguiré para esta obra.
Como dije hace algunos párrafos, al principio no había una imagen de fondo definida: sólo la figura humana y el concepto. Con ello en mente y el ansia de hacer bailar el pincel sobre el lienzo (o mejor dicho la pluma sobre la tableta), me salté un paso importantísimo: la composición básica de la obra.
Emocionado, abrí un nuevo archivo en Corel Painter, limitando el espacio de trabajo a un lienzo cuadrado de 50 x 50 cm, con una resolución de 300 puntos por pulgada (estándar para la impresión gráfica y artística, ya que quiero hacer impresiones a tamaño real de esta obra). El personaje ocupó tal vez unos 45 x 45 cm, lo cual no está mal si se queda como concepto, o si se le pone algún fondo abstracto, pero en este caso quise agregarle algunos elementos para que no pareciera una simple ampliación de una ilustración para folleto de cafetería (¿acaso existe la palabra tetería?). Además, mi cliente (el modelo), sugirió la idea de agregarle un par de leones guardianes (Rui-Shi) custodiando un templo, que además representarán a sus mascotas (ya quiero ver cómo quedará la cruza entre tiernos leones guardianes chinos y feroces carlinos de brazos).
Cámara, ¡Acción!
A continuación pongo algunas imágenes del personaje, con el avance logrado hasta este momento y sin ocuparme mucho de la composición final, el fondo y los elementos extras. He seguido un ingenioso proceso de representación por capas muy al estilo del modelado y "rendereado" en 3D (líneas, color, oclusión, iluminación principal, iluminación secundaria, reflejos, texturas, detalles y ajustes finales), autoría del maravilloso ilustrador y profesor Sam Nielson
Líneas básicas (line art). Layer composite method: Multiply |
Color básico (se muestran las capas líneas y color). Layer composite method: Default |
Oclusión (en conjunto con las capas de líneas y color). Layer composite method: Default |
Iluminación principal (se muestran también todas las capas anteriores). Layer composite method: Overlay (este metodo respeta los colores subyacentes) |
Hasta este punto en que me felicité por el avance del personaje principal (líneas, colores, oclusión e iluminación principal) fue cuando caí en la cuenta de que hacía falta un fondo que complementara el cuadro.
Próximo post: ¡El lienzo no cabe en el taller!
miércoles, 22 de agosto de 2012
"Té-chai Tai-chi" y una nueva vida en proceso.
Esta entrada marca el inicio de una nueva etapa en mi vida: abrazo con fuerza los pinceles digitales con miras a lograr lo que parecía impronunciable hace sólo algunos meses: Dedicarme (así con mayúscula) al arte y vivir de ello.
El primer paso no es tan difícil -dice la abuela- si te lo tomas con calma, planeas las cosas y te dispones de buenas a trabajar duro. Así que he decidido respirar hondo y servirme una taza de té de hojas de equilibrio, endulzada con algo de disciplina y buen humor. ¿Qué mejor forma de comenzar el viaje que con un proyecto personal inspirado, dedicado y servido por las manos de mi mejor relajante?
Les ofrezco un previo del proyecto que me desvela en estos momentos. Se titula "Té-chai Tai-chi" y pretende mostrar con humor que con equilibrio, paz, disciplina y ánimo se pueden atrapar los sueños y ponerlos al servicio de una meta real. Gracias especiales a mi Don Alberto Santos por el apoyo incondicional, el ánimo, la sabiduría y la inspiración (adivinen quién es el modelo).
Gracias a todos por acompañarme en esta nueva ruta.
El primer paso no es tan difícil -dice la abuela- si te lo tomas con calma, planeas las cosas y te dispones de buenas a trabajar duro. Así que he decidido respirar hondo y servirme una taza de té de hojas de equilibrio, endulzada con algo de disciplina y buen humor. ¿Qué mejor forma de comenzar el viaje que con un proyecto personal inspirado, dedicado y servido por las manos de mi mejor relajante?
Les ofrezco un previo del proyecto que me desvela en estos momentos. Se titula "Té-chai Tai-chi" y pretende mostrar con humor que con equilibrio, paz, disciplina y ánimo se pueden atrapar los sueños y ponerlos al servicio de una meta real. Gracias especiales a mi Don Alberto Santos por el apoyo incondicional, el ánimo, la sabiduría y la inspiración (adivinen quién es el modelo).
Gracias a todos por acompañarme en esta nueva ruta.
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